Seguimos con la pensadera
Es necesario defender el empleo, una
afirmación que hemos escuchado de manera reiterada durante los últimos días, y
que cualquiera podría afirmar como una verdad de Perogrullo. Algunos afirman
que es necesario bajar salarios, reducir prestaciones, no pagar las primas y
flexibilizar las formas de contratación. Todo esto también con las loables
intenciones de “defender el empleo”.
Un reconocido político afirmó el pasado fin
de semana: “de forma transitoria suspender las cesantías y los intereses de
cesantías, que cuestan bastante más de $2,3 billones”. De manera más concreta,
se proponen reformas laborales, de nuevo con las mejores intenciones de
“proteger el empleo y dinamizar la economía”
Ahora bien, ante las ya dramáticas
condiciones de precariedad laboral que sufre la población colombiana, nos cogió
la pensadera y nos estamos preguntando entre otras cosas: ¿Qué tipo de trabajo
es el que debemos defender? ¿Será que la fragilidad en la que está nuestra
población se soluciona restándole seguridad social y condiciones de ingresos
que le permitan dignificar su existencia? ¿Es incompatible pensar en una
reactivación económica que permita mejores condiciones para los menos favorecidos?
Les invitamos, pues, a conversar sobre el
tema del trabajo y las condiciones económicas difíciles que se ciernen sobre
nuestra sociedad en el momento actual. Esta es una iniciativa colectiva que
invita a pensar en lo que sucederá Cuando esto acabe, para tratar de entender qué
tipos de vínculos debemos tejer y profundizar para construir una sociedad mejor
preparada, más justa y equitativa.
Un marco de ideas
El mundo del trabajo, al parecer, se
modificará tras la pandemia del coronavirus, y son muchas las posibles
variaciones que traerá este nuevo contexto.
La implementación del teletrabajo se
insinúa como una de las formas que prevalecerán tras el confinamiento.
Hay quienes proponen que la flexibilización
de las condiciones laborales es una condición sine qua non para superar la
crisis.
Por otra parte, hay quienes defienden la
necesidad de fortalecer a los trabajadores, de superar las altas tasas de
rebusque -o la mal llamada informalidad- y garantizar así ingresos dignos.
Las conquistas de los trabajadores que
permitieron organizar la vida bajo el esquema de los tres 8: 8 horas de
trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de ocio, ¿se ven amenazadas o por el
contrario es posible que se transforme esta relación para ampliar el número de
personas ocupadas disminuyendo el tiempo de trabajo para ampliar el de ocio?
¿Seremos capaces de reconocer el valor de
esos trabajos que ahora vemos como esenciales y que han estado marginados, en
especial los trabajos del cuidado y las labores domésticas?
¿Qué indicadores económicos cobrarán mayor
importancia tras la pandemia?
Bueno y para nosotros los taxistas que estamos librando un vehículo y necesitamos dinero que oportunidad nos tienen pues les cuento que llevo más de 10 años como afiliado a la cooperativa y no he recibido el primer beneficio gracias.
ResponderBorrarTengo un establecimiento de licor ,no me entran recursos de ninguna clase ni ayudas y al estar afiliado a esta cooperativa no me llega ni una ayuda tengo dos familiares que son a cargo mío y un hijo discapacitado y una mi madre de la tercera edad y nada de ayudas por favor una colaboración gracias!
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