Con
la pregunta qué educación queremos cuando esto acabe continuó
la gran conversación en la que muchas organizaciones y personas escuchan y
debaten.
Los retos de la educación durante
la pandemia, el endeudamiento, el acceso a la tecnología y la desfinanciación
fueron algunos de los temas abordados por Jénnifer Pedraza, economista y
representante estudiantil de la Universidad Nacional de Colombia, y Felipe
César Londoño López, arquitecto, docente, doctor en ingeniería multimedia y
decano de artes y diseño de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Educación enferma
Con la pandemia, las
enfermedades que tenía la educación en Colombia se agudizaron, así lo cree Jénnifer
Pedraza, al recordar la grave desfinanciación de la educación superior.
“Hoy lo que tenemos es un
problema de supervivencia, porque la plata que las universidades buscaban vía
extensión, vía matriculas y en el mercado está siendo prácticamente imposible
conseguirla. Por eso hacemos un llamado al gobierno nacional para hacer un
salvamento presupuestal a las universidades púbicas. Por ejemplo, la Universidad
Nacional señaló que le faltan $77 mil millones para terminar este año, y así
debe estar el resto de las universidades públicas”.
Para Felipe Londoño, otra de
las enfermedades de la educación superior es la mercantilización de la misma:
“La educación se convirtió en un mercado, en el cual hay una competencia
gigante, lo que genera una crisis increíble en los procesos formativos y que el
sistema no sea una prioridad para los gobiernos”.
Todo esto en medio de la
preocupación por el aumento en la deserción para el segundo semestre, tanto en
colegios como en universidades, producto de la pandemia.
Desigualdad digital
“El
59,3% de los hogares colombianos estratos 1 y 2 no tienen conexión a internet y,
por ende, no tiene como acceder a la educación en circunstancias de igualdad
frente a otros estudiantes con mejores condiciones económicas”, con este dato Pedraza
expuso las dificultades que atraviesan los y las estudiantes en el país, cuando
la pandemia los ha obligado a dejar las aulas de clase.
“Si no es en estos momentos en
que actúa el Estado, ¿cuándo es? Es momento de cuestionarnos si la internet
pasa de ser una necesidad a ser un derecho en Colombia. ¿Debe abrirse un
debate, justo en este momento, en el que el acceso a internet determina gran
parte lo que una persona puede ser y hacer en la sociedad?
A pesar de esto, el profesor Londoño
señaló que es importante no caer en la trampa de creer que acceder a equipos de
cómputo, tener conectividad y virtualizar la educación es la solución para los
problemas que tiene el sector.
“Las instituciones educativas
en general no estábamos preparados para dar este salto, que ahora pone el no
tener tecnología e internet como no tener educación. La tecnología no es la
salvadora de los procesos formativos y los grandes problemas que se tienen con
la pandemia. Claro que ha sido una alternativa importante, pero tenemos que
trascender pospandemia a otros cambios necesarios en los procesos educativo”.
El endeudamiento no es la opción para la
educación
A raíz de la pandemia, el
endeudamiento, una opción que usaban muchos colombianos para acceder a bienes y
servicios, dejó de ser un recurso, dada la disminución de los ingresos de los
hogares. En el caso de la educación, Jénnifer Pedraza expuso que por lo menos 620
mil estudiantes están endeudamos con el Icetex.
“El Icetex, dentro de sus
cuentas, tiene $919 mil millones excedentes de sus actividades de los años
anteriores, y cada vez que nosotros decimos que es necesario evaluar a qué
familias se les puede condonar las cuotas, siempre la respuesta es que no tiene
plata. Esto ocurre en parte porque los recursos que el Icetex consigue tienen
que destinarse a las obligaciones de créditos con el Banco Mundial y en
dólares. Creo que Cuando Esto Acabe es necesario dar el debate sobre de donde
se financia el Icetex”.
En cuanto las universidades,
especialmente las privadas, el 80% de los recursos provienen de las matrículas
de los estudiantes, por lo que tendrían que recurrir a créditos para subsistir
durante la crisis económica producida por la pandemia. Ante esta situación, el
profesor Felipe Londoño indicó que se debe buscar una solución no solo para
este momento sino de manera permanente.
“¿Cuál es una posible
solución? Que se priorice la educación como un factor fundamental para el
bienestar y el desarrollo sostenible de un país. La prioridad es hoy la salud y
el empleo, pero un país sin educación, con universidades y instituciones
desfinanciadas, es un país que no construye verdadero un ideal democrático”.
¿Cuál es la educación que queremos Cuando Esto Acabe?
Virtualizar la educación
superior, recortar el presupuesto de Colciencias, mantener la desfinanciación
de las universidades, así como la de la educación básica y media, eso no debe
pasar Cuando Esto Acabe, destacaron los panelistas.
“Más allá de los factores
económicos, debemos pensar que la educación de nuestro país debe estar al
servicio de nuestros intereses como sociedad. La educación no se comporta con la
lógica de cualquier otro bien, no se puede analizar bajo la luz del mercado
tradicional; y en esa medida vale la pena que soberanamente tomemos nuestras
decisiones, o sea, tener una política de educación superior que responda a las
necesidades de Colombia”, indicó Jénnifer Pedraza.
“Yo me sueño con una
universidad transdisciplinaria, que se integre a través de un conocimiento
abierto del arte, la ciencia y la tecnología, que se fundamente en el humanismo
con valores que impliquen el pensamiento crítico y libre, y que se construya
desde un dialogo heterogéneo” concluyó Felipe Londoño.
La pandemia
nos ha puesto a preguntarnos, y si no nos hacemos preguntas nunca vamos a
encontrar las respuestas que necesitamos con urgencia.
Por eso,
luego de estas reflexiones, invitamos a continuar pensando en sus hogares, con
sus amigos y en sus redes sociales sobre a qué normalidad queremos regresar y
cómo debemos repensar el mundo en el que vivimos.
Cuando esto
acabe.
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